Se ha confirmado. El FFI esta formado por unos pedagogos, que son unos bicharracos pa comerselos con papas. Es que con esta gente hay que morir. Es que con esta gente se puede ir a cualquier sitio. Menudo grupo. Anda que no! En cualquier situación, en las relacione sociale, en lo que haga falta!
A ver, cuento, que sé que estáis expectantes. El piso de Antonia, triunfazo. En toda regla. La Remy siempre con sus intervenciones mágicas. El cuarto penqueador fue asignado al General en un gesto que honra a mis compañeros. De hecho, yo llegué el último y me lo guardaron. No sé si era porque confiaban en mis posibilidades o porque tenían miedo de que me olieran los pies o roncara mucho.
Tras un emocionante reencuentro después de bastante tiempo, nos preparamos para la primera de nuestras incursiones en territorio enemigo.
El reencuentro.
Acumulando energía necesaria para sobrevivir al combate como se puede ver.
Nasíos pa matá.
Optamos por los lugares conocidos y salvando el detalle de que tuvimos que ingerir Negrita estuvo todo muy bien. Impagable el momento hucha, aunque algún miembro del comando estuvo despistado. Aprendimos varias cosas. Los gitanillos no saben inglés. Las guiris no hablan caló. Así que por mucho que se arrimaran había poco que hacer. También aprendimos a decir que sí aunque no nos enterásemos de la mitad de lo que decía la guiri por lo fuerte que estaba la música. Para acabar la historia destacar que las guiris tienen alergia a hacerse fotos y son un poco siesas. No estuvo mal como toma de contacto. Una cámara puede ser un buen aliado para entablar contacto con las perigras del mundo, siempre que éstas no sean unas creídas que se sienten predestinadas para salir en el Hola y quieran cobrar por ello.
Se cumplieron dos de las predicciones comentadas al hablar del santoral que tendríamos. Pero fue un dos en uno. Conocimos a un grupo de puretas catalanas. El General pudo apreciar que un gaditano hablando catalán a una catalana tiene todas las cartas en su poder. Lo que pasa es que uno ni le pegaba una patada al listón ni siquiera lo bajaba en esos momentos, y aunque eran claras las intenciones por la parte femenina, no hubo 'entente'. Salimos de las carpas con buen sabor de boca por lo bien que lo hemos pasado y con una máxima muy apropiada. Una retirada a tiempo en una victoria.
Al llegar a la base de operaciones teníamos un invitado inesperado. Un enorme Tiranosaurio Rex estaba en la puerta esperando al Teniente Garrido. Normal que se asutara. El cachondeíto con el asunto duró toda la misión.
Al día siguiente después del consabido remoloneo, finalmente conseguimos escapar hacía destinos más arenosos. El General tenía antojo de pelota, y obtuvimos una a cambio de un cubata. Por cierto, ni que decir tiene, la locura asalta a los miembros del FFI una vez instalados en un automóvil. La sucesión de piropos a las jóvenes perigras de la localidad fue inaudito. Algunos de ellos ya han sido reproducidos en anteriores entradas de este espacio de comunicación. Tras un aprovisionamiento importante y posterior preparación del rancho, partimos hacia la cala del tío Juan, que nos estaba esperando desde hacía un año. El paisaje era magnífico, aunque se llegó a la conclusión que no se acercaba a las maravillas del año anterior. Las perigras estaban preparándose para vernos por la noche y no fueron a la playa.
Esto vale lo mismo que un cubata.
Sirenas varadas en la playa.
Cabeza de General. Puede servir para construir un busto en el futuro por sus méritos.
La cala de nuestro tío Juan.
Asentamiento bereber.
Luego nos encaminamos a la playa de Los Bateles. De cala pequeña a enorme playa. En el camino descubrimos que la perigra nace y no se hace, que desde pequeña llevan en la sangre el espíritu perigril, y no hacen por intentar ocultarlo. Increíble escena. Irreproducible en este medio, sólo se podrá transmitir en persona y en privado, pero dejo este reseña para que no se olvide. En fin... llegamos a nuestro destino. Allí algunos miembros del FFI mostraron todo su potencial al universo. Para más información, pregunten a los implicados. También disputamos un intenso encuentro de semifútbol donde se pudo apreciar que hay claras diferencias de forma entre los miembros del FFI. Estos detalles hay que cuidarlos, el mundo chuperreton no espera menos de nosotros.
Ahora voy a comentar el momento más tántrico que viví en estos imborrables días. Un atardecer de película, una playa semivacía, un mar increíble aún más vacío casi en exclusiva para mí. La felicidad en la vida está hecha de momentos así. Dentro del agua miraba hacia el horizonte y realmente no me lo podía creer. Es difícil expresar lo que sentí, me sentía pleno, alejado de todas las preocupaciones... absoluto tantra.
Atardecer en Los Bateles. Impresionante.
Conil Power.
No hubo escena de la ducha. Lástima. Si vimos como una gran compañía de refrescos cuya bebida emblemática es negra montaba todo un enorme dispositivo de promoción de un nuevo producto. No desvelamos el nombre hasta que no nos paguen por la publicidad, que este blog tiene gran difusión y las cosas no son gratis. A Cacique si le hacemos publicidad gratuita, que se lo merece.
Retorno a base de operaciones. Preparación para la noche. Visita a un establecimiento local para cenar donde la calidad fue algo desigual, ya que nuestra primera opción estaba llena hasta los topes. Eso sí, barato y cantidad. Pasamos de nuevo por casa para los retoques finales. En este momento los nervios se disparan por la inminencia de la batalla. Se adjunta foto:
La locura se apodera de los miembros del FFI en los instantes previos a su salida.
Durante unos breves instantes se produjo un bajón en el grupo producto sin duda del cansancio acumulado. Afortunadamente decidimos dar un giro a la situación, y cambiamos nuestra latitud y nuestra longitud junto a un grupo de chuperres cantarinas. Lo que en principio tenía su gracia, pasó a ser insoportable, para terminar volviendo a tener su gracia. El mundo chuperretón, es lo que tiene, si no puedes con tu enemigo, únete a él.
Nos asaltó una perigra puretilla, mezcla entre alemana y conileña, el tipo de cóctel habitual en el sur. Fue todo un poco confuso, estaba con un grupo, pero se vino con nosotros, pero la llamaban por teléfono. Parecía que hacía migas con el abajo firmante, de modo que el resto del grupo fue solidario y permaneció fiel para ver en que terminaba la cosa. Finalmente decidimos irnos, obteniendo una información muy valiosa para el desarrollo de la noche, con la duda de si tenía novio o no (creémos que sí) y ligeramente asustados por sus habilidades como adivina.
Esta vez acudimos a lugares nuevos y desconocidos para la mayoría del FFI. Camilo Sesto nos hizo recordar los mejores tiempos de Varadero, y si no fuera por un camarero con demasiado afán de protagonismo habría sido un lugar perfecto. El Teniente Garrido sufrió una despiadada broma por parte del General, ..."os está molestando?".... pobrecillo, el que iba con todo su buen corazón en misión especial de reconocimiento del terreno.
La información dada por la alemana-conileña nos llevó a la discoteca Ícaro, que tras unos momentos agobiantes en la puerta, teniendo que soportar al típico-típico sevillano gracioso y más pesado que una vaca en brazos dando el coñazo con una peluca del 11811, entramos y estuvimos muy cerca de vivir otro momento tántrico. Las perigras se amontonaban por doquier, con la mirada no digo sucia, digo llena de churretones! Parecía el lugar apropiado para desplegar todo el arsenal. Además, en dura pugna con el sevillano clon de Maradona, el General estableció contacto con una perigra bastante impresionante donostiarra. Percibió claramente que había mucha tela que cortar, con lo que la sonrisa le llegaba de oreja a oreja. Las miradas que se cruzaban quemaban, en el horizonte se veía una muy posible culminación del fin de semana. Continúo. Tras la petición de líquido de rigor, como quien no quiere la cosa ambos, General y Donostiarra se pusieron al lado uno del otro y en breve se retomó el contacto. Jaja. Jiji. Te toco el brazo. Me toco el pelo. Y en esto, un dios menor envidioso de mi suerte, decidió que era hora de que el local cerrara, quitó la música y encendió la luz. Como aún no se había llegado a la fase de negociación del contrato, salimos fuera, continuamos hablando por espacio de unos minutos mientras nuevamente el resto permanecía fiel a pesar del cansancio y no ponía ni una mala cara ni metían prisa, pero estaba claro que ya era imposible realizar un ataque. Despedida y cierre. No estuvo mal, al menos se intentó.
Retorno a casa, comentando las mejores jugadas de la jornada y hasta el día siguiente.
A la mañana siguiente se produjo un cisma en el seno del FFI, mientras que el alto mando, General y Teniente Coronel se fueron a un restaurante amparados por el taco gordo, los oficiales marcharon a la playa para disfrutar de la playa de La Fontanilla. Por mi parte comentar que la paella, las sardinas y el pulpito a la gallega que nos pusieron estaba de muerte. Además pude disfrutar de una larga conversación con el Teniente Coronel, de esas que hacía tiempo que quería tener, ya que en la distancia no es lo mismo y en pleno botellón no pega.
También disfrutamos de la playa, por supuesto, y nos dimos un paseo de esos al más puro estilo de la tercera edad por la orillita del mar. Las varices nos lo agradecerán. Ya se acercaba el final, y la tristeza llenaba nuestros corazones, mezcladas con la felicidad por todo lo vivido. Todo tiene un final. El Teniente Garrido, gran chófer durante todo el trayecto sufrió lo suyo para sacar el coche de su aparcamiento, pero al final lo consiguió como un campeón. Nos llevó hacia el automóvil del Capitán Andrades.
El coche de la muerte, testigo de las mayores barbaridades pronunciadas en la vida por miembros del FFI.
Teniente Coronel García, en plena crisis por despedirse de Conil. Hay toda una secuencia de fotografías que dan fe de este hecho.
Tras la despedida, corro de la patata incluido, el Teniente Garrido se quedó un rato más en la localidad, para disfrutar lo máximo de las playas. El Capitán Andrades, en un gesto que lo ennoblece se prestó a conducir hasta la capital de la provincia para dejar al General en su morada. Desde aquí aprovecho para darle las gracias y decirle que lamento mucho el atasco en el que se vio durante más de una hora para salir (los cadistas que volvían de la primera victoria de su equipo de la temporada junto a los domingueros playeros fue un cóctel explosivo para la carretera) Él, que quería llegar pronto a Moururonda, llegó al final en torno a las 2 de la madrugada. Lo siento Capi.
Pues esta ha sido mi crónica personal de lo vivido. Y algunas cosas que se han quedado en el tintero, como la bienvenida a Conil que me dio la negra con acento conileño y sus amigas, las amenazas que le hicieron a nuestro querido Pocholo y que nos apenó considerablemente, las gallinas de Antonia, la visión sobrehumana del General capaz de detectar osos polares escondidos a kms de distancia, etc...
Me gustaría que esto fuera como los Evangelios, y sólo fuera el primero de ellos, que los demás miembros del FFI asistentes a la Conil Parade 2006 completaran con su visión lo que yo he explicado. Por muchas letras que se escriban será imposible enumerar todos los momentos felices vividos, todas las invocaciones con baile de perigras incluído realizadas, todas las pamplinas pronunciadas, todas las risas...
Finalmente quiero dar las gracias al Teniente Coronel García, al Capitán Andrades y al Teniente García por estos días y emplazarlos a todos ellos y a los demás miembros del FFI que deseen asistir a la segura futura Conil Parade 2007, que será aún mejor si cabe que las precedentes.
Los vencedores en la despedida. Hasta la Conil Parade 2007.
